Para Zapatero, "sería una gran noticia que pudiéramos ver en el futuro una cumbre Unión Europea-Unión Lationoamericana". Lo argumentó explicando que "la experiencia demuestra que la unión económica y política favorece la estabilidad y la integración"; tal es, a su juicio, el resultado que ha dado la UE.

Además, observó que en la era de la globalización las uniones regionales son un "factor de equilibrio", que previene la desigualdad, que es uno de los grandes riesgos de aquélla.

Por todo ello, el presidente español dijo que "apostaría decididamente" por una Unión Latinoamericana, que sería "un gran proyecto, un proyecto histórico". En su opinión, "hay fundamentos" para ello, como la unidad geográfica, lingüística y cultural, y la apuesta común por el modelo democrático. Además, concluyó, "económicamente sería un gran beneficio para la región".

Más contenido se mostró Van Rompuy, quien comenzó diciendo: "No tenemos lecciones que dar a América Latina, sólo el ejemplo de le UE", y después recordó que "ni siquiera la UE se construyó en un solo día", sino que es la consecuencia de progresivas ampliaciones de miembros y de avances en la coordinación económica que no han concluido todavía. "Es una obra en marcha", subrayó.

No obstante, sí cree que "el modelo de la globalidad se vería muy beneficiado por la colaboración interregional", por lo que corroboró que la UE apoyaría la Unión Latinoamericana.

Por su parte, Durao Barroso reconoció haberle planteado la posibilidad al presidente de Chile, Sebastián Piñera, a quien le tocará presidir el llamado Grupo de Río, en la cumbre bilateral que se celebró inmediatamente antes de la UE-Cariforum.

Sin embargo, aun admitiendo que el objetivo es lograr la integración de toda América, y que su "corazón" está con ella, reconoció que no les "compete a los europeos decidir cómo se van organizar" los países del hemisferio occidental.

El presidente de la Comisión, quien glosó el "liderazgo" de España en la relación de la UE con América Latina, coincidió con Zapatero en que la UE es "un ejemplo de éxito de la integración regional". "Nosotros estamos listos. Han de decidir ellos mismos", remachó, calificando una eventual integración a nivel continental de "bolivariana” y sonriendo por las connotaciones actuales de un adjetivo que, en puridad, sólo se refería al viejo proyecto panamericano de Simón Bolívar.