Según informó el citado organismo en una nota, la nueva normativa afecta principalmente a refinerías y empresas generadoras de energía eléctrica, responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero procedente de fuentes estacionarias en aquel país.

Los nuevos límites entrarán en vigor de forma progresiva a partir de enero de 2011 y afectarán a empresas que prevean incrementar sus emisiones de gases de efecto invernadero en 75.000 toneladas al año o más.

A partir de julio de 2011, la nueva normativa será aplicable a nuevas instalaciones con emisiones anuales de 100.000 toneladas anuales al año en adelante, y a las modificaciones de las existentes que puedan suponer un incremento anual de esas emisiones de 75.000 toneladas anuales.

Todas ellas deberán solicitar permisos en los que demuestren que están utilizando las mejores tecnologías existentes para minimizar sus emisiones.

Los expertos de EPA prevén que la nueva normativa supondrá la solicitud de 1.450 permisos más cada año, por parte de nuevas instalaciones o de modificaciones de las existentes.