Según esta organización, la responsabilidad de los hermanos ha aumentado por la mayor esperanza de vida de sus familiares y el envejecimiento de los progenitores. Ante esta situación, Plena Inclusión acaba de publicar un informe en el que se abordan estas cuestiones.

Según una nota informativa de esta asociación, el estudio ha sido elaborado por el especialista en Psicología Clínica Javier Muñoz, quien además es hermano de una persona con discapacidad intelectual. La investigación muestra a estos hermanos y hermanas como un colectivo que permanece muy ligado a sus familiares con discapacidad y que se ve afectado tanto o más que los padres por problemas de conciliación de la vida laboral y familiar.

Por ejemplo, un 73% de estos familiares viven a menos de media hora de sus hermanos con discapacidad intelectual y un 50% a menos de 15 minutos. También resulta muy significativo el hecho de que una abrumadora mayoría de estos familiares (84%) asume que estarán directamente involucrados en la tutela de sus hermanos en el caso de que requieran una incapacitación en el futuro.