El perfil del paciente afectado de paludismo en la zona del Maresme, donde viven más de 5.000 inmigrantes, es el de un varón (83% de los casos) de entre 14 a 31 años e inmigante subsahariano (75% de los casos). Del resto de los pacientes atendidos, un 15,7% son hijos de inmigrantes, un 4% son europeos y un 3,1% son indios.

El trabajo afirma que todos los casos de paludismo analizados desde 1982 a 2000 (un total de 64) se contagiaron durante la estancia en países endémicos. El 95,5% visitó el continente africano (con un 65% procedente de Gambia), el 3% Asia y el 1,5% América Latina.

Respecto al motivo del viaje, la mayoría (70,7%) acudieron a visitar a sus familiares el 9,3% eran inmigrantes recién llegados y el 5,2% realizaban turismo, por lo que mayoritariamente se puede considerar una "enfermedad del retorno".

De los 58 viajeros afectados, solamente 25 tomaron medicamentos para prevenir el contagio, y de ellos sólo 6 completaron el tratamiento preventivo.

Los síntomas de la enfermedad comenzaron en la mayoría de los casos entre los 6 y 10 días después del retorno. De las manifestaciones clínicas y biológicas en el momento de la consulta, las más frecuente fueron la fiebre (80%) y la plaquetopenia (déficit de plaquetas) en un 75% de los casos.

COMPLICACIONES

La enfermedad se complicó en casi un 11% de los casos. La más frecuente fue la hipoglucemia (6,2%) y la insuficiencia renal transitoria (4,7%). Murieron dos personas (3,1%), un turista con malaria cerebral y un hijo de inmigrantes.

Los responsables del estudio afirman que, aunque en el Maresme la inmigración desde el Africa subsahariana comenzó a finales de los años 70, no se han detectado csos de paludismo hasta finales de la década de los 80, debido a la falta de recursos de este colectivo para poder viajar a su país de origen.

El Hospital de Mataró cuenta desde 1982 con una Unidad de Medicina de la Inmigración y Tropical.