Grandi mostró su preocupación por las entradas masivas que se están produciendo de nuevo a las costas europeas, sobre todo por Italia, que ya llegan a 43.000 personas en lo que va de año, y por el hecho de que más de 1.150 personas hayan desaparecido o perdido la vida mientras intentaban alcanzar Europa desde enero. Solamente en los últimos cuatro días, 75 personas han perdido la vida en el mar.

A juicio de Grandi, los incansables esfuerzos de la Guardia Costera italia, en coordinación con Frontex, la Agencia Europea de Fronteras y Guardacostas, y con las ONG, son verdaderamente notables. Conjuntamente, han salvado decenas de miles de vidas. En 2016, las ONG rescataron a más de 46.000 personas en el Mediterráneo central, lo que representa el 26% de todas las operaciones de rescate. Esta tendencia continúa, habiendo alcanzando el 33% en lo que va de año.

Sobre los traficantes, el Alto Comisionado se confiesa "profundamente impactado por la violencia que utilizan", incluyendo el asesinato sin piedad de un joven hace unos días, referido por algunos supervivientes a mi equipo.

También ve alarmante el cada vez mayor número de pasajeros en las embarcaciones utilizadas por los traficantes -una media de entre 100 a 150 personas. El riesgo se ve incrementado por el empeoramiento de la calidad de las embarcaciones y el aumento de las de goma, en detrimento de las de madera. "Es necesario tomar acción antes de que la gente se vea expuesta a horrendos abusos por parte de traficantes", agregó Grandi.

La ONU ve preciso actuar antes de que la gente se vea expuesta a horrendos abusos por parte de traficantes en Libia u otros países de tránsito, y de que aborden barcos inseguros para cruzar el Mediterráneo. Esto también significa redoblar los esfuerzos para solucionar los conflictos, especialmente en África, añade Grandi; utilizar los recursos destinados al desarrollo de forma más estratégica para reducir la pobreza, mitigar los efectos del cambio climático y apoyar a los países que albergan a un gran número de refugiados, así como a los países de tránsito. El Alto Comisionado opina que esto requiere de políticas coordinadas y acción por parte de los países europeos y otros países donantes.