Las asociaciones españolas se unen de esta manera a las denuncias realizadas por las ONG rumanas que afirman que desde hace más de un mes los afectados por el VIH no están recibiendo el tratamiento adecuado.

Para las plataformas este acontecimiento “atenta contra la salud pública y los derechos humanos”. Y añaden que la interrupción de la terapia antirretroviral puede provocar el desarrollo de mutaciones que confieren resistencia a los fármacos que se les suministra normalmente a las personas con sida.

"No hay fármacos en muchos de los hospitales del país. Las personas con VIH llaman al teléfono de apoyo de la asociación pidiendo ayuda. Hay niños sin jarabe y mujeres embarazadas sin tratamiento”, afirmó la directora de una de las organizaciones rumanas.

Por ello, Cedisa, Fundisa y Red2002 solicitan al Gobierno español que medie ante el Ejecutivo rumano para que éste dialogue con las compañías farmacéuticas con el fin de conseguir una rebaja en el precio de los antirretrovirales y reclaman que proporcione un informe detallado a la Comunidad Europea sobre su plan a seguir para terminar con esta situación.