Recorte gasto. Campa asegura que “ningún pensionista va a cobrar menos”
- Afirma que las medidas tienen coste no sólo para los ciudadanos sino también el Gobierno y, sobre todo, para Zapatero
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El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, afirmó hoy que “ningún pensionista va a cobrar menos y muchos o algunos más”, como consecuencia de las medidas de reducción del déficit anunciadas este miércoles por el Gobierno.
En la Comisión de Economía y Hacienda del Senado, Campa sostuvo que “ningún pensionista va a cobrar menos y muchos, o algunos, más. En particular los más necesitados: las pensiones no contributivas y las mínimas”.
Además, y sin querer “minusvalorar el impacto” de estas medidas, dejó claro que el “duro” ajuste de los salarios de los funcionarios tampoco es más duro que “volver a una situación de renta real de los funcionarios similar a la que tenían en 2008”, es decir, al principio de la crisis.
El secretario de Estado afirmó que se trata de iniciativas con un alto coste para los ciudadanos, si bien también tienen “mucho coste para el Gobierno y sobre todo para el presidente del Gobierno, porque han sido decisiones claramente duras”.
MEDIDAS EXCEPCIONALES
Campa planteó la política económica como una “cuestión de tomar decisiones”.
En una situación “verdaderamente distinta” a la de hace unos meses, Campa rechazó la tesis del PP de que el Gobierno ha engañado a la sociedad española y sostuvo que no es lo mismo engañar que no acertar.
“La vida evoluciona”, dijo, y “ante situaciones excepcionales se planean mecanismos excepcionales”, indicó. “Ahora ha tomado prioridad la austeridad”, añadió.
“Uno conduce en función de cómo ve la carretera” y así, si ve curvas o tormenta, conduce de manera diferente de lo planeado, explicó. De este modo, el Gobierno “ha reaccionado a una situación cambiante”, al igual que otros Estados como Alemania, que tenía pensado haber bajado los impuestos y no pudo, finalmente.
Animó, además, a los grupos a no centrarse en cuestiones “irrelevantes” como la de la supresión de ciertos ministerios que, si no va ligada a la desaparición de las políticas que desarrollan estas carteras no ahorra “nada”.
Por otro lado, Campa llamó la atención sobre la necesidad de generar confianza para que “40 millones de españoles se levante con la ilusión de hacerlo lo mejor posible y construir un futuro”.
“El debate no es qué va a ocurrir en las próximas semanas, sino en los próximos cuatro años”, añadió.
SINDICATOS “SOLIVIANTADOS”
El senador de CiU Jordi Vilajoana, en su intervención, pidió al Gobierno un plan “estudiado, cerrado y concreto que diga cómo va a salir este país para adelante y cómo va a crear empleo; un plan creíble que podamos aplicar inmediatamente”.
En su opinión, las medidas anunciadas por el presidente en el Congreso vienen con dos años de retraso e incurren en cierta improvisación. “El presidente presentó un plan de austeridad que se puede hacer en 48 horas” y que, incluso, equiparó al que haría “un estudiante de tercero de Económicas”; “falta trabajo fino; falta priorizar” , dijo. Por eso, instó a “afinar” el plan y no pasar “de todo a nada” en cuestiones como la dependencia o el llamado “cheque bebé”.
Para Vilajoana, además, el plan llega en un momento complicado, ya que dificultará hacer ahora la necesaria reforma laboral “con los sindicatos soliviantados”. “Si al final de mayo no tenemos la reforma laboral” como consecuencia de estas medidas ”habremos salido perdiendo; será peor el remedio de que enfermedad” porque se producirá una pérdida de credibilidad del Gobierno.
Para el senador catalán, “este esfuerzo doloroso no sirve de nada si no conseguimos reducir el paro y poner a trabajar a los dos millones de personas que hay en paro”.
Por su parte, la senadora socialista Yolanda Vicente alabó la responsabilidad del Gobierno e hizo un llamamiento a la solidaridad de quienes tienen un empleo estable, un sueldo o una pensión más altos frente a los que tienen menos posibilidades. “No nos miremos sólo el ombligo, sino que ayudemos a los que tienen menos”, dijo.
El popular Manuel Barreiro acusó, por su parte, al Gobierno de haber mantenido engañada a la sociedad española durante tres años, los mismos que estas medidas llevan de retraso. “Esta situación pudo haberse evitado”, dijo. “No se han querido decir las cosas”, especialmente, antes de las elecciones, añadió, pero también en las fechas más recientes.
Agregó que la sociedad precisa de una explicación que le aclare por qué el Gobierno ha cambiado de opinión con respecto a “lo que decía el día anterior”. “¿Cómo se puede tener confianza en unos gestores que dicen una cosa y la contraria al otro día y sin explicarlo?”, puntualizó. “Aquí falta capitán”, dijo.
Finalmente se puso a disposición del Gobierno para colaborar en la tarea de superar la crisis y acusó al Ejecutivo de rechazar todas las propuestas de su grupo por el mero hecho de ser planteadas por el PP. “Abandonen la posición de soberbia”, añadió. En su opinión, en necesario que el Gobierno “no espere a que se le impongan” esfuerzos desde fuera.
(SERVIMEDIA)
13 Mayo 2010
CCB/lmb