Los alumnos detectan a los buenos profesores mejor que los expertos

- Según una investigación internacional de la Fundación Bill&Melinda Gates

MADRID
SERVIMEDIA

Las encuestas realizadas a estudiantes permiten una predicción del rendimiento docente mejor que la que se puede obtener gracias a técnicas de observación en clase diseñadas por expertos en educación y pedagogía.

Así se deduce del 'Proyecto de Medición de la Efectividad Docente (MET)' de la Fundación Bill&Melinda Gates, que ha contado con la colaboración de universidades y centros de investigación de todo el mundo, cuyos resultados se presentan este martes en Madrid.

En declaraciones a Servimedia, Alejandro Ganimian, investigador en el Centro de Acción contra la Pobreza (J-PAL) de Asia del Sur y director científico del Programa de Evaluación de Impacto en Educación en la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina), apuntó a las pruebas sobre conocimientos, las técnicas de observación en clase y las encuestas realizadas a los propios alumnos como los mejores indicadores a la hora de determinar el rendimiento docente.

El programa, en el que participaron 3.000 docentes de Educación Primaria y primer ciclo de Secundaria en 5 distritos escolares de Estados Unidos, exploró qué instrumentos de evaluación logran predecir las mejoras en el desempeño académico que consigue un docente con sus alumnos y bajo qué circunstancias, a fin de inspirar políticas a las administraciones públicas.

Para ello, se sometió a los alumnos a exámenes externos (diseñados tanto por las autoridades estatales como por los propios investigadores); varios expertos observaron las dinámicas en el aula y las analizaron en función de distintas propuestas pedagógicas, y los estudiantes fueron encuestados respecto al método de sus profesores (si el clima en clase era el adecuado, si el maestro respondía sus dudas, si era correcto en el trato…).

“El mejor predictor es una mezcla combinada de estas tres, pero si hay que elegir, las respuestas dadas por los alumnos resultan más predictivas que las observaciones llevadas a cabo por expertos”. Esto es, “aquellos docentes más empáticos, atentos y esforzados en clase a decir de sus alumnos conseguían un mejor rendimiento en los grupos donde impartían clase”, recalcó Ganímian.

Los mismos resultados se repitieron cuando a los docentes se les cambió de grupo a fin de descartar posibles desviaciones debido al nivel socioeconómico y al rendimiento académico de los estudiantes.

Con todo, el experto apuntó que “esto es posible predecirlo una vez se ha contratado al profesor, pero hasta la fecha no hay evidencia solvente para saber de antemano quiénes serán buenos docentes y cuáles no”. “Ni las calificaciones académicas, ni su especialización, ni siquiera los años de experiencia parecen un factor determinante”, explicó tras asegurar que todos estos criterios se tuvieron en cuenta en la investigación.

Del mismo modo, descartó que los incentivos económicos tengan una influencia directa en el rendimiento docente, “por lo menos en los países desarrollados”. "Ningún estudio de los muchos realizados en EEUU y Europa ha encontrado relación positiva”, señaló. Otra cosa es lo que ocurre en los países pobres, donde muchos docentes compaginan la escuela con otros trabajos e incumplen su jornada laboral (se van antes, llegan tarde…). “Aquí si se observa que un aumento salarial conlleva más esfuerzo y dedicación por parte de los profesores, que a su vez, revierte en el rendimiento de los alumnos”, puntualizó.

En cambio, los profesores de países ricos valoran y mucho la figura del director del centro y su capacidad de liderar un proyecto atractivo, así como la disponibilidad de 'coachers' o tutores que les ayuden y motiven en su trabajo.

Del mismo modo, la calidad de los compañeros parece ser un factor determinante en el rendimiento y en la retención de plantillas, subrayó, pues incluso en los centros conflictivos, aquellos docentes “que consideran que sus colegas son buenos, prefieren quedarse y mejoran sus resultados”.

(SERVIMEDIA)
18 Abr 2017
AGQ/gja