Los canguros jóvenes viven más y son más grandes si pasan más tiempo con sus madres

MADRID
SERVIMEDIA

Los canguros juveniles son más propensos a sobrevivir en la naturaleza, más grandes y más pesados si pasan más tiempo con sus madres que los que tienen una edad similar y han dejado de ser amamantados, según un estudio dirigido por Wendy King, de la Universidad de Queensland (Australia), y publicado en la revista ‘Behavioral Ecology and Sociobioloby’.

El canguro gris oriental (‘Macropus giganteus’) es un animal gregario que vive en grupos de tres a cuatro individuos posiblemente por protección contra los depredadores. En lugar de formar lazos fuertes con otras mujeres adultas, las madres canguro prefieren mantenerse cerca de sus hijos.

Las hembras pueden producir una única cría al año. Después de 10 meses, los jóvenes dejan definitivamente la seguridad de las bolsas de sus madres, pero sólo son destetados entre los 18 y los 23 meses. Algunos de ellos se quedan cerca de sus mamás para amamantar, a pesar de que éstas ya podrían estar cuidando a otro bebé canguro en su bolsa.

Para estudiar aspectos de la atención parental, el equipo de investigación de King observó 129 descendientes de 10 a 21 meses de edad y sus madres durante seis años en el Parque Nacional Promontorio Wilsons (Australia). Los animales fueron etiquetados y medidos y pesados una vez al año.

Los canguros jóvenes de 18 a 21 meses que pasaron más tiempo con sus madres tienen sus miembros un 6% más largos y pesan un 19% más cuando cumplen dos años que los demás. Y los que pasaron más tiempo con ellas cuando tenían entre 10 y 13 meses tenían más probabilidades de sobrevivir que los que fueron destetados.

La lactancia prolongada hasta la edad de 23 meses proporcionó más valor nutricional a los hijos en términos de crecimiento y desarrollo. El vínculo social entre las madres y sus hijas permaneció durante más tiempo que en el caso de los machos.

(SERVIMEDIA)
05 Abr 2017
MGR/gja