De las 36 sentencias condenatorias por homicidio y asesinato por violencia de género dictadas en 2015, un total de 16 cuentan con atenuantes como consecuencia de haber confesado la autoría (19%), por una circunstancia eximente incompleta (8%) o por otras cuestiones como la adicción a drogas (3%).

Asimismo, en uno de los casos el acusado alegó estar borracho, lo que le sirvió para atenuar la responsabilidad criminal tras matar a una mujer. En otro caso se aplicó un atenuante al ingresar el condenado en la cuenta una cantidad económica destinada a reparar el daño causado al cometer el delito.

En el 76% de los casos de violencia de género con resultado de muerte, maltratador y víctima mantenían una relación de afectividad o convivencia. El grupo de expertos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ, autores del informe del que se extraen estos datos, alerta de que esta circunstancia “aumenta respecto a los años anteriores”.

LOS CELOS COMO ATENUANTE

En uno de los casos se aplicó el atenuante por “trastorno delirante celotípico”, que se define coloquialmente como un ataque de celos. El juez, al apreciar que la médico forense alegó que el acusado sabía lo que estaba haciendo pero tenía “esa idea de que su mujer lo engañaba”, asumió que “de manera leve o moderada no pudiera controlar la acción que hizo”.

No obstante, el Tribunal Supremo rechazó en enero de 2016 que los celos puedan servir como atenuante en los casos de violencia de género, pero este principio no se aplicó en la sentencia mencionada por estar dictada en 2015.

EDAD MEDIA

La edad media de los agresores es de 42,6 años, situándose la mayoría en edades comprendidas entre los 31 y los 45 años. En 2015 el 80% de los condenados tenían entre 31 y 59 años.

El caso de las víctimas es distinto. Su edad media se sitúa en los 32 años, diez por debajo de los hombres, y el 75% de asesinadas en los casos que recogen las sentencias tenía entre 18 y 45 años. Asimismo, se registraron dos víctimas de 18 años o menos: una que los acababa de cumplir y otra de 14 años.

El informe pone especial énfasis en el reducido porcentaje de denuncias previas -apenas un 3%- en los crímenes de género analizados, lo que "evidencia el ocultamiento de las víctimas de estos hechos de maltrato previos al crimen y la creencia o confianza de que acabarán cesando”.

En consecuencia, los expertos subrayan la necesidad de mejorar la información a las víctimas para denunciar y los instrumentos y herramientas legales para su protección, así como la importancia de mejorar los canales de detección de situaciones de riesgo.