Durante su intervención en el citado foro de debate, organizado en Sevilla por Nueva Economía Fórum, el consejero ha calificado como “cruciales” dos medidas encaminadas a mitigar esta debilidad de la productividad. Por un lado, destacó las políticas que contribuyan a la acumulación de conocimiento tecnológico y, por otra, políticas de formación y capacitación de trabajadores mediante sistemas educativos y de formación ocupacional eficaces.

Sánchez Maldonado abogó por abandonar las políticas conservadoras de “que inventen otros y que echó por tierra las políticas de I+D+i y el ‘yo hago más barato’ que promulga la última reforma laboral”. En este punto consideró necesario imponer el “yo lo hago diferente y competitivo”.

El máximo responsable de Empleo en el Gobierno andaluz insistió en la importancia de la inversión en I+D+i para afrontar los retos que supone lo que calificó de “cuarta revolución industrial o el paso a una revolución de los tecnológico a lo digital”.

En resumen, Maldonado explicó que “recuperar el maltrecho estado del bienestar que nos ha dejado la crisis, pasa por la aplicación de conocimiento, capital humano, formación y empleo de calidad”.

El consejero alertó que innovaciones como la inteligencia artificial o la robótica pueden provocar a corto plazo un fuerte incremento del paro estructural, no obstante, confió en que estos empleos que se destruyan “sean compensados por nuevos empleos y nuevas industrias, como ocurrió en las tres primeras revoluciones industriales”.

Además, destacó que hay que ser optimistas puesto que las innovaciones “disminuyen los costes de producción de los bienes y por tanto su precio, y esto contribuiría a elevar el poder adquisitivo y la demanda de otros bienes”.

Por último, el consejero indicó que otra de las vías para mejorar la productividad de la economía es el incremento de la actividad industrial, que “tiene una alta capacidad tractora, es fuente de continuas innovaciones, un gran potencial exportador y también de creación de empleo”. En este punto recordó la reciente firma del Pacto por la Industria y la puesta en marcha de la Estrategia Industrial de Andalucía, que pretende movilizar una inversión público-privada superior a los 8.000 millones de euros con el objetivo de elevar del 12% al 18% la participación de la industria en el VAB regional.