En una rueda de prensa en la Cámara Alta, Silva atribuyó a ese presunto rol el ataque del dirigente popular al Barómetro del CIS de abril, que reducía a un punto y medio la ventaja en intención de voto del PP. González Pons dijo del estudio que había sido “cocinado” por su muestreo supuestamente favorable a los socialistas y por haber realizado el trabajo de campo en las fechas en que se levantó el secreto de la segunda parte del sumario del “caso Gürtel”.

Por el contrario, en opinión de la portavoz del PSOE en la Cámara Alta, el Barómetro reflejaría que “los españoles ya les están viendo el plumero” a los populares, “ya no compran la demagogia del PP, ya no se dejan engañar por la estrategia tan visible de generar dudas sobre la economía, las instituciones y los organismos autónomos”; toda ella orientada, según Silva, por el principio de que, “cuanto peor para España, mejor para nosotros”.

Contraatacando a las críticas del PP, Silva afirmó que “todos los españoles recuerdan el apagón estadístico de los gobiernos del PP”, y pidió al principal partido de la oposición “cierta seriedad y rigurosidad” para que no arremetan “contra quien hace estudios rigurosos” si estos no le son favorables. “Eso no favorece la imagen de nuestro país, que se merece el respeto que el PP no le tiene”, terminó.