Según informó este martes la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los agentes se han incautado en el interior de la vivienda 153 plantas de cannabis sativa y 1.400 gramos de marihuana dispuesta para el consumo.

La investigación comenzó meses atrás, cuando diversas informaciones hacían sospechar a los agentes de Alcalá de que en una vivienda de la localidad se podría estar cultivando marihuana, como así era. El piso se encontraba perfectamente acondicionado para el cultivo de la planta cannabis sativa, de la cual se extrae la marihuana.

El piso estaba compartimentado en zonas bien diferenciadas. En una de las habitaciones estaba la "zona de germinación y cultivo", acondicionada con una bomba de calor para mantener la temperatura constante, humidificadores para aportar la humedad necesaria, focos halógenos de gran potencia para simular luz solar, paredes forradas de papel plata para potenciar el efecto de la luz, extractores, transformadores y ventiladores. Todo ello se accionaba de manera automatizada.

En otra sala contigua, los agentes encontraron la "zona de floración", lugar acondicionado de manera similar a la anterior. En ella se encontraban las plantas ya crecidas y con las condiciones óptimas para que germinen los cogollos.

Junto a ellas, en otra estancia, los detenidos habían habilitado la "zona de secado", donde se encontraban las plantas cortadas y colgadas del techo con cuerdas. El salón estaba preparado como "zona de trabajo" y en él almacenaban sustrato, abonos y fertilizantes.

Con este sistema de cultivo, según la policía, producían marihuana de manera permanente y cíclica durante todo el año.

Los dos detenidos, que carecían de antecedentes, ya han sido puestos a disposición judicial, que ha decretado su ingreso en prisión.