El Defensor ha publicado un artículo en su blog en el que advierte de que “ni el interés informativo de un tema ni mucho menos el afán de lucro provocado por una sociedad a veces ávida de noticias sensacionalistas justifican la exposición mediática de un niño”.

“Es muy grande en estos asuntos la responsabilidad de los medios de comunicación”, afirma la institución que dirige Soledad Becerril. “El honor, la intimidad personal, la imagen, la protección de la infancia y otros valores y principios constitucionales deben prevalecer siempre, y ello exige el compromiso de todos y la diligencia constante de las instituciones de garantía”.

El Defensor tiene un estudio sobre 'La escucha del menor, víctima o testigo', en el que manifestó la necesidad de preservar la intimidad de los menores envueltos en procesos judiciales como víctimas o testigos.

Una de las recomendaciones del estudio, según recuerda el artículo, se dirigía a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, para fomentar la autorregulación de los medios de comunicación social de titularidad pública y privada, con el fin de preservar la intimidad, la dignidad y los derechos de las víctimas, de conformidad con el artículo 34 del Estatuto de la Víctima.

El Defensor subraya que “es muy importante también el papel del Ministerio Fiscal en esta tarea”. Asegura que cuando tiene constancia a través de una queja o por otras vías de la aparición de menores, se dirige a la Fiscalía General del Estado solicitando que, con carácter urgente, inste del juez competente las medidas necesarias para preservar la intimidad y demás derechos fundamentales de los menores afectados. “La reacción del Ministerio Fiscal y de los jueces es rápida y eficaz”, reconoce el Defensor.