Teresa Jordà, de ERC; Ángela Rodríguez, de En Marea; y Marta Sorlí, de Compromís, llegaron al Congreso de los Diputados pasadas las diez y media de la mañana directamente desde el aeropuerto de Madrid procedentes de Nueva York, donde estaban participando en un encuentro en la ONU como integrantes de la Comisión de Igualdad de la Cámara Baja.

El día anterior se había especulado con la posibilidad de que sus dificultades para adelantar el regreso, debido al temporal que azota la ciudad estadounidense, pudiera decantar la votación a favor del Gobierno con un acuerdo con Ciudadanos y PNV.

"Aquí estamos para dar apoyo a los estibadores", dijo Sorlí nada más entrar en el Congreso, dispuesta a votar "lo que la dignidad reclama".

Explicó que cuando aceptaron participar en esa delegación la votación se preveía "claramente en contra" pero aún así estuvieron "en todo momento" pendientes de las negociaciones.

Rodríguez aseguró que solo el PP es responsable de la derrota del decreto por no hacer políticas para los trabajadores sino para las grandes entidades financieras, y se alegró expresamente de poder "tumbar" ese decreto, algo "histórico" en la democracia.

Jordà subrayó que las tres estaban hablando de políticas de mujeres en la ONU, algo que consideran "extremadamente importante" y contaban con el respaldo de sus grupos a pesar de que antes de viajar "se fueron cayendo" las participantes del PP, del PSOE y de Ciudadanos.

Las tres, dijo Jordà, están "convencidas" de que Ciudadanos decidió abstenerse "porque nosotras estamos aquí" y en todo caso el decreto no podría ser convalidado.