Así lo pone de manifiesto esta organización tras seis años de conflicto en Siria, donde hay 13,5 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria y 6,3 millones desplazadas dentro del propio país, según Naciones Unidas. Si la tercera edad ya es de por sí un colectivo vulnerable, lo es más en un país en guerra o si ha tenido que huir de la guerra, destacó la organización.

“Sé que la ayuda humanitaria nos puede favorecer, pero únicamente a aquellos en condiciones de ir y recogerla. ¿Cómo se supone que podré ir yo a recoger esta ayuda si ni siquiera puedo salir de mi habitación?”, se cuestionó Warda, una refugiada siria de 85 años en Líbano cuyo testimonio ha sido recogido por Help Age International.

Líbano es uno de los países que más refugiados está acogiendo dada su proximidad con Siria, pero según manifestó la ONG no hay campamentos oficiales preparados y la mayoría de personas refugiadas reside bien en casas alquiladas, si tienen capacidad económica suficiente, o en tiendas de campaña.

Salwa es otro ejemplo de las consecuencias de esta guerra devastadora. Tiene 60 años y es una refugiada siria que vive en Líbano: “Hace un año y medio ya no podía ver con un ojo, la ceguera empeoró hasta que ya no podía ver. Soy completamente ciega. No quiero comida; a veces, tengo que dormir en las calles”, dijo en declaraciones a la ONG.

Es por ello que Help Age International reclama más recursos para los ancianos refugiados. “Creemos que la contribución de las personas mayores hacia a la sociedad es incalculable, y aun así las personas mayores siguen siendo uno de los grupos más vulnerables y olvidados del mundo”, concluyó la entidad.