Según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los agentes observaron que entre el pasaje de un vuelo procedente de Santa Cruz de Bolivia había dos personas que vestían uniformes completos de comandante de vuelo, con la gorra, la chaqueta, los galones, las insignias e, incluso, el tipo de maleta que suele portar.

Ambos viajaban junto al resto del pasaje y no con el personal de la tripulación, lo que despertó las sospechas de los agentes, que decidieron entrevistarse con estos dos pasajeros.

Los policías comprobaron que las acreditaciones que llevaban como personal de vuelo correspondían a una compañía distinta a aquella en la que habían viajado hasta Madrid.

Al no formar parte de la tripulación del vuelo, los investigadores comprobaron los pasaportes y los billetes de avión y de este modo constataron que no eran ni comandantes ni personal de la misma.

A continuación, los agentes revisaron una maleta y un maletín que cada uno de los detenidos portaba como equipaje de mano. En su interior hallaron 50 paquetes de forma rectangular que contenían una sustancia blanquecina que, sometida al reactivo "narcotest", resultó ser cocaína. En total, los policías se incautaron de 54.800 gramos de esta sustancia estupefaciente.