“No sé cómo pueden conseguir ayudas pero los gobiernos tienen muy pocas ganas de seguir cediendo competencias a un órgano supranacional”, dijo Borrell, quien destacó que la sociedad civil organizada tendrá que hacer una tarea de reflexión, debate, propuestas y de presión “porque de no ser así Europa no seguirá avanzando”.

También explicó que si Europa no se convierte en un asunto de ciudadanos “se va a quedar en lo que es”, ya que los partidos políticos no son suficientes para socializar la política. “Europa, o se integra más o se desintegra, pero no habrá más integración si la gente no la pide”, señaló Borrell.

El ex presidente del Parlamento Europeo apostó por crear una identidad común, aunque reconoció que construir una ciudadanía “es mucho más difícil de lo que parece”. En este sentido dijo que una ciudadanía social “es el derecho a tener derechos sociales y ser reconocidos como tales independientemente del Estado de bienestar”.

Asimismo explicó que Europa, en su origen, nunca se planteó intervenir en lo social, si bien recordó que el 20% de la población en España está en un nivel de pobreza relativa y el 5% en un nivel de pobreza extrema. “Y no hay más porque existen organizaciones que llegan hasta donde los poderes públicos no pueden hacerlo”, señaló.

De cara al futuro, Borrell dijo que “estar juntos y afrontar los retos del mañana es la gran esencia del proyecto europeo”. Por ello, “a pesar de todas las críticas”, manifestó que movilizar a los ciudadanos trabajando y cooperando por la paz, “es la más hermosa aventura que la sociedad civil puede vivir”.

Las Jornadas Cívicas Europeas 2010 se celebran en el marco de la presidencia española de la Unión Europea. El objetivo es crear, desarrollar y animar un espacio de debate y reflexión en el que se analice el papel que el movimiento cívico organizado (asociaciones y ONG) puede jugar en la construcción de una Europa más social y en la consolidación de la ciudadanía europea.

Impulsadas por 13 asociaciones y plataformas sociales españolas, las Jornadas reúnen en Málaga a más de 650 personas de todos los países de la Unión Europea.