Según informa el PP en un comunicado, las pintadas se realizaron sobre la fachada de varias naves industriales, y los propietarios de algunas de ellas confesaron a Vázquez que no las eliminarán por miedo a las represalias del mundo proetarra existente en el municipio.

Por ello, el PP pedirá en el próximo pleno que sea el Ayuntamiento el que se encargue de eliminarlas, ya que, a su juicio, la decisión de no tomar cartas en el asunto, supondría dar "facilidades" al entorno de ETA para cometer los actos de violencia callejera.

Raúl Vázquez aseguró también que, al acudir al Ayuntamiento para denunciar la convocatoria de una concentración de protesta por el fallecimiento por causas naturales de un edil de ANV de la localidad vecina de Billabona, se encontró que la única persona que había trabajando era el secretario del consistorio, porque los demás funcionarios estaban en la concentración, que se celebró en la plaza de Passus.

El concejal del PP expresó su respeto por todos los españoles fallecidos, pero apuntó que considera "una imprudencia" dejar la administración pública sin trabajadores, y subrayó que entre sus funciones no está "velar por los difuntos durante su jornada laboral".

Vázquez añadió que, cuando ETA mató a Gregorio Ordoñez o a Miguel Ángel Blanco, ningún funcionario de este Ayuntamiento se concentró en señal de protesta para mostrar su repulsa, y anunció que reclamará a la alcaldesa que amoneste a todo aquel funcionario que se ausentara de su puesto de trabajo para asistir a una concentración, a su juicio, "injustificada".