Durante su participación en el foro 'Invertir en Argentina’, organizado por Prisa y ‘El País’, el consejero delegado de Abertis apuntó que “en general la población no está dispuesta a pagar nada, ni las autopistas ni nada, y si son de peaje por supuesto menos”.

“Hay una cierta conciencia en la sociedad de que casi todo debe ser gratis”, lamentó Reynés, quien consideró que ésta es una “primera barrera” a superar en el desarrollo de las infraestructuras, para lo que se requiere “pedagogía”.

En este sentido, explicó que “las cosas no pueden ser totalmente gratis”, y agregó que las pagan quienes las usan o “todos con los impuestos” y que en la elección hay parte de “ideología”.

A ello se une que la población “tampoco entiende bien” que dentro del coste que existe en el pago de las infraestructuras, con la colaboración público-privada se evita a la Administración adelantar una inversión y unos flujos, algo que realiza el capital privado.

En este proceso, aseguró Reynés, es necesario que el sector privado esté “justamente retribuido”, ya que sin una retribución adecuada “el capital no invierte”.

COMPROMISO CON ARGENTINA

Por otra parte, Reynés afirmó que “estamos dispuestos a dar a cambio un compromiso a largo plazo” con Argentina, que, aseguró, “se trata de comprometer inversiones”.

“Un compromiso que, además, se cumpla”, indicó el ejecutivo de Abertis, quien garantizó que la compañía estará “suficientemente bien dotada en su estructura de capital”.

Según el consejero de la compañía, en Argentina “lo hemos pasado muy mal y hemos estado dispuestos a tirar la tolla muchas veces”. La razón, explicó, es que al mercado argentino “le han faltado tres cosas”, que parece que ahora van a cambiar.

Reynés señaló que lo primero es “creer en la colaboración público-privada, creer que es un ‘win-win’, que ganan ambas partes”. A ello se une la necesidad de dotar al sistema jurídico argentino de “seguridad y estabilidad a largo plazo” y el “establecimiento de un regulador independiente”.

Para el responsable de Abertis, “la regulación es clave en las inversiones público-privadas” y se requiere un regulador independiente que garantice el “cumplimiento de las reglas de juego”.