Aedo realizó estas declaraciones durante su comparecencia ante la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso, a la cual acudió para “exponer las necesidades, demandas y expectativas de Fiapas”, con el objetivo de que las personas sordas puedan ejercer sus derechos.

El presidente de la confederación hizo hincapié en que “a todos nos parecería una aberración” que “las prótesis externas o las sillas de ruedas solo se proporcionaran hasta los 16 años o si a las personas sordas usuarias de lengua de signos solo se les proporcionara intérprete hasta los 16 años” pero “sin embargo, se tolera y justifica por las administraciones en el caso de los audífonos”.

Por ello, pidió “la planificación de una progresiva ampliación de la cobertura de la prestación por tramos de edad, comenzando en este momento hasta los 26 años”, así como “incrementar la cuantía financiada”, puesto que “la prestación por audífono prevista constituye una ayuda económica que escasamente cubre la tercera parte de su coste”.

Asimismo, señaló la necesidad de que “se incorpore la regulación de todos los componentes externos de los implantes auditivos, la inclusión de las baterías y se proteja a los usuarios y a sus familias frente a políticas comerciales que pueden llegar a ser abusivas”, puesto que “una vez colocada la parte interna del implante de una determinada marca, tanto los componentes externos, como los productos de apoyo que funcionan en conexión con el implante, tendrán que ser siempre de esa marca”.

IMPORTANCIA DE LA DETECCIÓN PRECOZ

Durante su intervención, Aedo destacó la importancia de “la detección precoz de la sordera infantil”, puesto que “junto a los avances médicos y audiológicos es lo que ha cambiado radicalmente la perspectiva educativa y social de las personas sordas” al “poder aprovechar el periodo de mayor plasticidad cerebral en el desarrollo de los niños para sus aprendizajes”.

El presidente de Fiapas estuvo acompañado por Nuria Planelles, una joven de 17 años que utiliza un implante coclear en cada oído y que denunció que el paso a la universidad le preocupa “mucho” por las adaptaciones que necesita, “sobre todo en idiomas”, para “poder tener las mismas oportunidades que los demás”, así como “los recursos de apoyo a la comunidad oral que seguiré necesitando para comunicación oral”.

Por último, Aedo manifestó que los últimos “han sido unos años muy difíciles”, donde “hemos capeado el temporal lo mejor que hemos podido y hemos podido decir que hemos podido mantener lo que teníamos”, lo cual “no es poco”, y deseó que “la persona que me sustituya no tenga que venir aquí a pedir nada de lo que estamos pidiendo hoy”.