Según informó este viernes la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, el detenido vendía varios tipos de estupefacientes en las proximidades de un instituto durante el horario de salida de los estudiantes. Además, también traficaba desde su domicilio.

La información facilitada por un vecino de Arganda sobre un posible punto de venta de drogas en la localidad activó un dispositivo de vigilancia que permitió comprobar que un varón de mediana edad realizaba movimientos y actividades sospechosas en un aparcamiento público cercano a un instituto, y siempre en los horarios de salida del centro educativo.

Tras varios días de gestiones, los agentes identificaron al varón y comprobaron que, tras concertar una cita telefónica con sus posibles compradores, el sospechoso solía subirse en sus vehículos, para bajarse pocos metros después. En otras ocasiones intercambiaba las sustancias estupefacientes en la vía pública a viandantes.

Los agentes abordaron al delincuente cuando se encontraba en el interior de un coche, supuestamente en plena venta. El conductor del vehículo confirmó las sospechas al confesar haber comprado medio gramo de cocaína al investigado.

En el registro a F.S.H. se le encontraron 28 papelinas de cocaína, con un peso superior a los 18 gramos, por lo que fue detenido inmediatamente. La Guardia Civil también registró la vivienda del detenido, en la que el perro "Golfo" halló 31 gramos de cocaína y más de 1.200 gramos de hachís listos para su venta.

En el registro domiciliario también fueron incautados numerosos instrumentos necesarios para la fragmentación y dispensación de los estupefacientes, además de 650 euros provenientes de su actividad delictiva. F.S.H. cuenta con antecedentes a causa de una detención en Madrid por hechos similares.