Granado explica que esta es la primera crisis en que el empleo femenino resiste mejor que el masculino
- Propone regular el trabajo familiar y a tiempo parcial, que cree que suponen "un enorme agravio para las mujeres"
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El secretario de Estado para la Seguridad Social y secretario de Política Económica y Empleo del PSOE, Octavio Granado, explicó hoy que la actual crisis económica, a diferencia de las anteriores, no está "sesgando" el trabajo por razones de género, y ha puesto fin a la "tendencia a prescindir más fácilmente del empleo asalariado femenino". Al contrario, detalló, la afiliación de mujeres a la Seguridad Social ha descendido un 0,4% y el de hombres más de un 3%.
En su intervención en la clausura de las jornadas "Hacia un nuevo modelo productivo. Estrategias para una economía sostenible con perspectiva de género", que se celebraron en la sede socialista de Ferraz, Granado se refirió a la Seguridad Social como el mejor observatorio para seguir este tipo de evoluciones. En concreto, al instrumento de "muestra continua de vidas laborales", de la que dijo que "no hay en Europa otra como la española".
Desde esta atalaya, constató que "las mujeres están soportando mejor el embate de la crisis porque son más empleables", en el sentido de que tienen peores condiciones contractuales, "pero también porque tienen una mayor tasa de cualificación que los hombres". Esto hace que el paro masculino aumente más para todas las condiciones salariales. A juicio de Granado, el que las mujeres tuvieran más difícil la promoción en sectores donde conviene entrar a trabajar a una edad temprana les ha permitido mejorar su capacitación.
El secretario de Estado para la Seguridad Social reveló también el dato comparado de que, en la franja de edad de entre 20 y 60 años, está trabajando sólo un millón de hombres más que de mujeres (53-47% en afiliación a la Seguridad Social), cuando en países como Italia o Alemania la relación es más desfavorable, y las mujeres sólo suponen el 40% de los afiliados. Según observó, éste es "un patrón bastante constante", pues se ha mantenido en los años de bonanza y en la presente crisis.
De acuerdo con sus datos, entre hombres y mujeres hay una total igualdad en el trabajo por cuenta ajena, aunque se mantienen las diferencias en el autónomo, donde hay dos millones de hombres y la mitad de mujeres. En este sentido, proclamó la necesidad de "reivindicar el papel de las mujeres como emprendedoras", algo que cree que exige un cambio de mentalidad.
A este respecto, mencionó anacronismos como que hasta 2004 las empleadas de hogar de vocación religiosa siguieran cobrando dotes de 30 euros, o que las trabajadoras agrarias de explotaciones familiares, tan autónomas como sus maridos, no tengan derechos laborales, no coticen a la Seguridad Social y tengan que cobrar pensiones derivadas de su pareja o ex pareja. Además, defendió el aumento de las pensiones mínimas porque las perciben dos millones de mujeres y sólo uno de hombres, como reflejo del mundo laboral de antes.
De cara al futuro, y en una coyuntura económica más propicia, Granado planteó la necesidad de regular mejor el trabajo familiar, que a su juicio constituye "un enorme agravio para las mujeres", para "evitar que esa situación se perpetúe en nuestras normas jurídicas" y hacer que, si dos personas regentan un negocio, tengan los mismos derechos laborales y la misma protección social en tanto que individuos.
Un segundo ámbito en el que habría que intervenir es, en su opinión, el trabajo a tiempo parcial o a domicilio, porque se ha visto como un "nicho" para que las mujeres cuiden de sus hijos o familiares dependientes. Granado recordó que este tipo de trabajo sólo llega al 12% en España frente al 20% de la UE, y en ese sentido propuso buscar fórmulas para incrementarlo sin perjuicio para las mujeres.
(SERVIMEDIA)
05 Mayo 2010
KRT/lmb