La inversión extranjera puede ser un “riesgo” para la estabilidad financiera de algunos países, según el Banco de España
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El Banco de España afirma que los flujos de capitales internacionales pueden “poner en riesgo” la estabilidad financiera de los países receptores en determinadas circunstancias, por lo que las autoridades económicas necesitan disponer de “criterios e instrumentos para hacer frente a estas situaciones”.
Además, destaca que “el uso de dichas herramientas debe hacerse en el contexto de un programa más amplio de medidas, que incluya los ajustes macro y microeconómicos que se requieran”.
En un artículo titulado ‘Hacia una gestión eficiente de los flujos de capitales’, el organismo recoge que las últimas décadas han puesto de manifiesto cómo la globalización de los mercados financieros “es un proceso que supone importantes retos para la comunidad internacional”.
De hecho, agrega, los flujos de capital transfronterizos conllevan “importantes beneficios” para las economías receptoras, pero pueden ser también una “fuente de volatilidad y riesgos”, sobre todo para los países con unas instituciones de “baja calidad y unos mercados financieros locales insuficientemente desarrollados”.
En este contexto, explica el Banco de España, las recomendaciones de los organismos internacionales apuntan a la necesidad de fomentar en las economías receptoras de estos flujos un entorno macroeconómico “estable e instituciones sólidas que atraigan flujos de capital permanentes”.
Además, indica que en circunstancias “muy concretas, y con carácter temporal, puede ser necesaria la ejecución de medidas de gestión de flujos, que deberían ser un complemento de reformas estructurales y de los ajustes macroeconómicos que necesiten las economías”.
En el texto se recogen análisis de distintos organismos internacionales que apuntan, por ejemplo, que los elevados volúmenes de entradas de capital pueden generar “burbujas de precios” de activos financieros y reales en los países receptores, y se agrega que “prevenir ese tipo de excesos es crucial para reducir el impacto de su posible reversión”.
En el artículo se afirma que “en principio, una mayor integración debería elevar el grado de eficiencia económica”, aunque “la evidencia empírica sugiere que, para ello, los países deben contar con instituciones económicas bien diseñadas y mercados financieros locales suficientemente desarrollados”.
(SERVIMEDIA)
09 Feb 2017
BPP/caa