De ellas, 67 eran mujeres, lo que representa un 74,4% del total. Además, quince de esas víctimas (16,7%) eran menores de edad: siete niñas y ocho niños. Esto supone una disminución respecto al año 2004, donde hubo cien víctimas mortales, de las que 84 fueron mujeres.

Los datos, según el Informe Anual del Servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial sobre Muertes Violentas en el ámbito de la Violencia Doméstica y de Género, señalan que, de esos 86 casos calificados como de violencia doméstica o de género, el hombre fue el agresor en 72. Esto supone el 83,7% del total.

En los casos analizados desde el Observatorio, se constata que, en el 2005, los órganos judiciales no tenían constancia previa de una situación de malos tratos en el 80,2% de las muertes. El índice porcentual es inferior al obtenido en 2003 y 2004.

Sólo en 17 casos de los 86 calificados como violencia doméstica o de género se constató la existencia de procedimientos incoados por malos tratos con anterioridad a la muerte, lo que representa un 19,8% del total. De este último porcentaje, el 64,7% de los procedimientos se iniciaron a través de una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o el órgano judicial.

El número de mujeres muertas violentamente que mantenían o habían mantenido vínculo matrimonial o situación asimilable en 2005 fue de 52, lo que supone un descenso respecto a años anteriores (69 en el 2004 y 65 en el 2003).

Respecto al perfil de la víctima, continúa siendo el mismo: mujer, mayor de edad, española, que está o había estado unida a su agresor por vínculo matrimonial, relación de hecho asimilable o relación afectiva estable.

Las Comunidades Autónomas donde más casos de muertes violentas se han producido por índice de población son las Islas Baleares, Canarias y Aragón, respectivamente.

El porcentaje de casos en que agresor y víctima son extranjeros supone, en el año 2005, el 22,1% del total, mientras que en el 65,1% tanto agresor como víctima son de nacionalidad española.