Fernández manifestó que esta asociación se dedica a la “lucha altruista contra el acoso escolar” y representa a las víctimas y a sus familias y añadió que en sus tres años de existencia ha atendido "más de 200 casos y sólo dos familias han reconocido que sus hijos eran acosadores”.

Se quejó por el hecho de que los niños que sufren acoso son los que “suelen tener que abandonar el colegio” y, además, tienen el “sabor amargo de que les han dejado solos” porque “ni el colegio ni administraciones educativas ni la Justicia les han protegido”.

“Tenemos el sabor amargo de la impunidad otorgada a la parte maltratadora y a los centros que lo han permitido”, manifestó Fernández, quien expuso los “trabas que encontramos en los colegios y en la Consejería de Educación” cuando se produce una denuncia.

“La palabra que define lo que sucede ante una denuncia de acoso escolar es indefensión, ya que ningún representante de Educación se pone en contacto con la familia”, según la representante de Amacae.

Asimismo, aseguró que Educación siempre defiende la versión del colegio denunciado por “mala praxis” y se niega a las familias el acceso a la información relativa al desistimiento del caso.

Además, pidió que se distribuyan las guías de prevención de suicidio que llevan más de un año impresas y destacó la importancia de contar con datos reales sobre este asunto.