Falta una semana para que se desarrollen las negociaciones de cara a la Asamblea Estatal de febrero entre las tres principales familias del partido, ‘pablistas’, ‘errejonistas’ y anticapitalistas, y los escollos se hallan sobre todo en los textos políticos.

En esas propuestas cada corriente defiende su rumbo: Errejón, un partido útil en las instituciones, e Iglesias, una formación que “cave trincheras” con dos objetivos a la vista: las elecciones municipales y autonómicas de 2019 y los comicios generales de 2020.

Tanto unos como otros aseguran que la militancia no entendería que no se alcanzara un acuerdo entre Iglesias y Errejón, aunque son notables las diferencias que les separan.

Ayer, Errejón manifestó que sería “honesto” presentar su propia lista en la Asamblea en caso de que no se alcance un acuerdo con el secretario general del partido.

A la reunión de hoy también acudirá Carolina Bescansa, que con su propuesta ‘Pensando Vistalegre’ está buscando posiciones comunes que eviten el enfrentamiento entre Iglesias y Errejón.

Bencansa aseguró hace unos días que la consulta de Iglesias convocada en diciembre “debilitó” a Podemos. Precisamente ayer Errejón defendió que los militantes también puedan convocar consultas, y aunque cree que el secretario general debe mantener esa potestad, es partidario de que lo haga a través del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos y no de manera unilateral.