Según indican los ecologistas, en los últimos tres años los inspectores residentes o visitantes de esta central han notificado al CSN 75 incidencias, mientras que los generadores de vapor de la Unidad II "han repetido los problemas de hace 15 años, cuando los antiguos generadores suministrados por Westinghouse fueron sustituidos".

También se quejan de que la Unidad I "ha parado cuatro veces por ajustes desde su aumento de potencia a finales del año pasado, y presumiblemente tendrá los mismos problemas que la Unidad II con los generadores de vapor".

Por todo ello, Ecologistas en Acción se opone a la concesión del permiso de explotación, y anima al Gobierno "a cumplir su programa electoral y establecer un programa de cierre que ponga fin a esta forma de generación de electricidad".

"Es una actividad cara, peligrosa, agresiva con el medio ambiente que genera unos residuos muy peligrosos para los que no hay solución", concluyen la organización.