Sémper aseguró que las declaraciones de Egibar "suponen un disparate preocupante, sobre todo cuando quien afirma semejante barbaridad es un líder político, a quien se le supone conocimiento de la realidad económica y empresarial de nuestro país”.

“A ver cómo les explica a nuestras empresas, por ejemplo a Eroski, Iberdrola, BBVA y otras muchas, que tienen que olvidarse del mercado español y vender sus productos exclusivamente en el mercado internacional”, aseveró.

“En esta absurda escalada de Egibar lo próximo que pedirá es que los vascos no viajemos por España, que no vayamos a Cádiz, Benidorm, Salou o Castro Urdiales", afirmó, al tiempo que se preguntó si "les va a pedir a los miles de vascos, entre ellos muchos votantes del PNV, que dejen de veranear en el resto de España para no consumir allí”.

“En un momento de brutal crisis económica como la actual, pedir a las empresas vascas que dejen de vender en el mercado preferente que tienen, además de un despropósito, supone un ejercicio de inmadurez alarmante", destacó.

“No me extraña que los ciudadanos vean a los políticos cada vez como seres más extraterrestres”, afirmó el dirigente popular, quien aseguró que “cuando hay más necesidad que nunca de mesura, sentido común y entendimiento, este tipo de declaraciones sólo aportan desconcierto y perplejidad entre los empresarios y ciudadanos”.

En su opinión, “ahora tendremos que hacer pedagogía para que a nadie en el resto de España le quepa la menor duda de que Egibar no representa el sentir mayoritario de los vascos", aunque, dijo, "el daño a nuestras empresas y trabajadores ya está hecho, ahora tenemos que intentar que no sea un daño irreparable”.