Amando de Miguel señaló en el transcurso de la conferencia que hoy ofreció en el Club Siglo XXI que, a pesar de que el terrorismo produce ahora menos víctimas que hace uno o dos decenios, el 65 por ciento de los consultados creen que, "nunca como ahora ha habid en España tantos muertos por actos terroristas".

Además, tres de cada cuatro personas están en contra de la actitud comprensiva con la situación de los presos de ETA que muestran algunos obispos vascos, como monseñor Setién, y son los católicos practicantes los más opuestos a esta actitud.

Respecto a la opinión de los encuestados sobre el "ciclo socialista", Amando de Miguel señaló que el 65 por ciento piensa que España ha logrado un aumento de su prestigio internacional durante los años de gobirno socialista.

Una mayoría similar asegura que ahora hay más libertad que en los tiempos de UCD, pero no llegan a la mitad la proporción de los que españoles que perciben ahora más bienestar social o más igualdad que en los primeros años de la transición.

El aspecto más negativo de la vida pública es el de la corrupción, ya que un 63 por ciento de los consultados cree que este defecto es "general" en la política.

Amando de Miguel indicó que las últimas encuestas confirman que los españoles on bastante optimistas respecto a la situación personal y pesimistas en relación a la situación general.

Esta afirmación queda patente al comprobar que sólo una de cada cinco personas se muestra convencida de que la Seguridad Social podrá seguir pagando las pensiones de jubilación dentro de 25 años.

POLEMICA LINGÜISTICA

Otra cuestión controvertida es la lingüística, puesto que mientras que la mayor parte de los catalanes, un 57 por ciento, están a favor de lo que se ha llamado "inmersión lingüitica", sólo un 12 por ciento del resto de los españoles valora positivamente esta decisión.

El estudio también destaca la importante influencia que mantiene entre los españoles el factor religioso. Aunque sólo el 27 por ciento de los adultos se consideran católicos practicantes, se acercan al 40 por ciento los que deciden dar la cuota correspondiente de la declaración de la renta a la Iglesia católica.

Los encuestados se muestran muy satisfechos con la labor de Cáritas, pero critican a los obispo y queda patente que la opinión pública dista cada vez más de las enseñanzas de la Iglesia en materia de sexo.

Además, se aprecia una alteración en las relaciones entre religión y política, puesto que durante los últimos años ha aumentado la proporción de católicos practicantes entre los votantes socialistas y cada vez es menor entre los simpatizantes del PP.