Así lo defienden fuentes de La Moncloa, después de que esta mañana cientos de cargos electos, políticos, manifestantes y colectivos independentistas arropasen a la presidenta del Parlament, una escenificación parecida a la que se vivió cuando Artur Mas tuvo que declarar por la causa del 9-N.

“El Poder Judicial no admite presiones de los manifestantes”, dicen dichas fuentes tras el respaldo con el que ha contado esta mañana Forcadell, y agregan que “con el lenguaje bélico no se arregla nada”.

En este sentido, insisten en que serán los propios ciudadanos quienes noten las diferencias entre la conducta política del Gobierno de la nación y el de la Generalitat.