Según informó el organismo regulador, la entidad que preside Ana Botín ha sido clasificada dentro de la primera subcategoría, en la que ya se encontraba desde el 1 de enero de 2016.

Por ello, el Banco Santander estará sujeto a un requerimiento adicional de capital de nivel 1 ordinario, el denominado colchón de capital, equivalente al 1% de su exposición total al riesgo en base consolidada a partir de 2019.

No obstante, de acuerdo con la normativa, el colchón aplicable en 2018 será del 0,75%.

De mantener su condición de EISM en 2019 y su clasificación dentro de la primera subcategoría, Banco Santander estaría sujeto al cumplimiento de un colchón de 1% en dicho año. La decisión sobre la consideración de Banco Santander en 2018 será adoptada en el cuarto trimestre de 2017.

Con la designación de Banco Santander como EISM en 2018, el Banco de España aplica, por lo que se

refiere a entidades españolas, el acuerdo del Consejo de Estabilidad Financiera de noviembre de 2016.

De este modo, se adelanta un año la adopción de los acuerdos del Consejo de Estabilidad Financiera

en materia de EISM, en línea con los plazos regulatorios establecidos y con las prácticas habituales de otros supervisores europeos.

COLCHÓN ANTICÍCLICO

Por otro lado, el Banco de España ha decidido mantener en el 0% el valor del colchón de capital anticíclico aplicable a las exposiciones crediticias en España de las entidades de depósito españolas durante el primer trimestre de 2017.

Este colchón es un instrumento macroprudencial cuyo objetivo es reforzar la solvencia bancaria y suavizar el ciclo crediticio, obligando a las entidades a acumular colchones de capital durante períodos expansivos, que puedan ser utilizados posteriormente durante las crisis.