Esta es una de las conclusiones del informe preliminar elaborado por el Fondo tras la visita de los técnicos del organismo a España para analizar y supervisar las medidas adoptadas por el Gobierno.

En este punto, el FMI estima que es preciso continuar con una política de provisiones adecuada y con nuevos aumentos de la eficiencia, "posiblemente por medio de fusiones".

Además, la institución ve necesario nuevas herramientas por parte de la banca que supongan un estímulo a los ingresos no procedentes de intereses y un incremento del capital de alta calidad.

Según el FMI, todas estas medidas apuntadas reforzarían la capacidad del sistema bancario de absorber shocks y facilitaría la concesión de crédito a medida que se recupere la demanda.

"El sistema bancario se ha seguido reforzando frente a los nuevos retos, gracias a la mejora en la calidad de sus activos", sostiene el FMI, tras apuntar que el sistema "está más cerca de dejar atrás los legados de la crisis".

Sin embargo, el ritmo de mejora de los bancos ha sido "variable" y, en general, las ratios

de morosidad y el volumen de activos adjudicados siguen siendo elevados, "si bien son muy inferiores a los de algunos países de la UE".

El FMI también ve como reto para la banca las nuevas iniciativas en materia regulatoria. Pero el organismo considera que un componente "clave" para continuar con la recuperación económica es seguir reforzando la situación de los bancos y mejorando las perspectivas financieras de los prestatarios.

"Unas políticas económicas que sustenten una recuperación intensiva en generación de empleo contribuirían simultáneamente a estimular la demanda interna y a fortalecer los balances del sector privado", concluye el FMI.