En un comunicado, la Alianza defendió “el derecho de los padres de fe islámica a educar a sus hijos, siempre que, como cualquier padre, respeten la legislación española”.

En cuanto a la eventual islamización del espacio público señaló que “si se asienta éste como aconfesional, ninguna ideología religiosa se adueñará de él”.

A su juicio, “imponer a una menor la ausencia de determinada simbología es cuestionar el derecho de sus padres como responsables de su formación”.

Por ello “queremos dejar constancia de que esta postura de defensa de los derechos de la fe personal aplicada a los creyentes islámicos residentes en España debería servir de ejemplo, y avergonzar a los países árabes que impiden e incluso persiguen la expresión pública de las convicciones de los creyentes no musulmanes”.