“La economía social ha sido protagonista en la recuperación económica. Se ha evidenciado en el peso que la economía social tiene en nuestra economía, representa un 10% del PIB, y en el número de puestos de trabajo aglutina más de 2 millones de personas de forma directa o indirecta”, afirmó Báñez.

La ministra intervino en la Conferencia Internacional sobre Economía Social que se celebra en Bratislava (Eslovaquia), donde mostró su convicción de que para España el futuro de la economía social pasa necesariamente por desarrollar el modelo adoptado por consenso en la ley que la regula.

Dijo que la economía social es fuente de oportunidades y de empleo para todas las personas y por ello es hoy más “social” que nunca. “Su compromiso con el empleo estable y de calidad y su gran potencial de contribuir al desarrollo sostenible la hacen, además, clave en el cumplimiento de los objetivos establecidos en la Estrategia Europea 2020”, señaló.

Durante su intervención, la titular de Empleo puso de relieve que en la crisis económica, los Centros Especiales de Empleo y las empresas de inserción han creado empleo y la destrucción del mismo en las cooperativas y sociedades laborales ha sido en nuestro país siete puntos y medio inferior a la del conjunto de las fórmulas empresariales.

“Además, casi el 80% de los contratos en este tipo de organizaciones son de carácter indefinido”, añadió. Para Báñez, es llamativa la capacidad que ha demostrado del sector para convertirse en un elemento clave de la cohesión social y su contribución a que España vuelva a crecer y crear empleo ha sido fundamental.

ESPAÑA, PRIMER PAÍS CON LEY PROPIA

El impulso a la economía social no ha venido solo, según explicó Báñez, que expresó su orgullo por el hecho de que España ha sido el primer país de la Unión Europea en contar con una legislación específica sobre este ámbito. “Una ley que nació con el consenso de todas las fuerzas políticas y que hoy sirve de referente a los países de nuestro entorno. Como referente es también el Programa de Fomento e Impulso de la Economía Social 2015-2016”, insistió.

En este sentido, la ministra señaló que el Gobierno de España reconoció por ley el derecho a la formación de los trabajadores y de los socios trabajadores del sector y ha puesto al servicio de la inclusión social todos los fondos disponibles. En el marco de la programación del Fondo Social Europeo 2014-2020, se ha puesto en marcha el Programa Operativo del FSE de Inclusión Social y Economía Social e Inclusión Social, dotado con mil cien millones de euros de financiación.

Al término de su intervención, Báñez afirmó que el impulso al sector pasa necesariamente por la coordinación con el resto de países en el ámbito de la Unión Europea. “Su senda ya la marcaron la Iniciativa en Favor del Emprendimiento Social de 2011 o la Estrategia de Roma de 2014. En este marco, España firmó el año pasado junto a Francia, Italia, Luxemburgo, Eslovaquia y Eslovenia, tras unas jornadas como las que hoy iniciamos, la Declaración de Luxemburgo”.

Para garantizar el desarrollo de los acuerdos alcanzados, España propuso la formación de un Comité de Seguimiento o Monitorización con el objetivo de establecer prioridades, regular la participación de nuevos Estados miembros y buscar un efecto multiplicador para la creación de empleo y la innovación social. “Siguiendo esta tendencia", precisó la ministra, "queremos dar un paso más con la Declaración de Bratislava, que firmaremos mañana y cuyas conclusiones comunicaremos al Consejo EPSSCO del próximo 8 de diciembre en Bruselas para que se traduzcan en verdadera acción política”.

Báñez concluyó subrayando la necesidad de continuar apoyando la economía social y por ello ha explicado que el Gobierno está trabajando en estos momentos en la configuración de una nueva hoja de ruta que estará vertebrada en torno a tres ejes fundamentales: el fortalecimiento del ecosistema español de la Economía Social, el apoyo a la creación de empleo para todos y la apuesta por una importante presencia en las agendas europeas e internacional.