En el texto, el PSOE reitera su "firme compromiso permanente de rechazo de la violencia de género", que interpreta como una violencia ejercida "contra la mujer por el hecho de serlo", y ensalza como un valor la "tolerancia cero" contra este tipo de actitudes, que a su juicio se explican por que los agresores consideran a las mujeres personas carentes de derechos.

"Es una forma de terrorismo al que la ciudadanía debería responder y no permanecer impasibles", sostienen los socialistas, que en el manifiesto recuerdan la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Una norma que consideran que ha sido "un revulsivo" y se ha convertido en "modelo internacional", pero que debe ampliarse a "todas las manifestaciones de dicha violencia y no exclusivamente las que se producen en relaciones de pareja".

El manifiesto también hace referencia al pacto de Estado propuesto por el PSOE y recién admitido a trámite por el Congreso de los Diputados en forma de subcomisión. Debería servir, añade, a paliar los "graves recortes" que han sufrido las partidas contra la violencia de género, tanto en prevención como en asistencia a las víctimas.

El PSOE pide un fondo específico de apoyo a los ayuntamientos para dar refuerzo a la red de servicios públicos y también recursos para mejorar la eficacia de la justicia; por ejemplo, poniendo en marcha el acompañamiento judicial personalizado en los juzgados especializados en este tipo de violencia. Así confía en incrementar las denuncias y reducir la retirada de las mismas.

El PSOE quiere también mejoras en la educación para no prolongar la violencia de género de generación. Por último, el manifiesto recuerda a las más de 800 víctimas desde 2003 y a los hijos y las hijas de los maltratadores, "víctimas a su vez de esta violencia".