Así se desprende del estudio "European Mindset", cuyos resultados presentó este martes en Madrid la Fundación BBVA. Para realizar esta investigación se ha entrevistado a 21.000 ciudadanos de 14 países europeos, con el objeto de examinar el grado de identidad con Europa y la existencia de valores comunes en ámbitos como la política, la economía, la religión y la ética.

Según expuso en rueda de prensa Mariana Szmulewicz, del departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA, el estudio muestra que la exhibición de signos religiosos como los velos o la kipá en centros educativos es rechazada por una mayoría de los europeos.

Así, un 52,6% se muestra "totalmente o bastante" en desacuerdo con el uso del velo islámico en estos espacios, y un 44,2% respondió de esta manera al ser preguntado por la kipá.

En España, rechazaron estos elementos el 49,6% y el 43,9%, respectivamente. Sólo un 28,1% se mostró a favor del velo y un 28,7% de acuerdo con la kipá.

El uso del velo o la kipá encuentra aún más rechazo en España entre los mayores que entre los jóvenes, entre quienes finalizaron antes sus estudios y entre los votantes de "izquierdas". Sin embargo, no se aprecian diferencias entre los que dijeron pertenecer o no a una religión.

El mayor rechazo a la exhibición de velos se observa en Bulgaria, seguida de Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y Grecia. El país que más aceptación muestra es Dinamarca, con un 56,6% favorable al uso del velo y un 69,7% a la kipá.

PRESENCIA DE CRUCES

Sin embargo, la posible exhibición en centros educativos de signos cristianos (cruces) no genera demasiada controversia. A nivel europeo, sólo un 25,7% se mostró en desacuerdo con su exhibición en las aulas, mientras que un 54,4% lo apoya, porcentajes que en España se sitúan en torno al 24,1% que lo rechazan y el 49,3% que están a favor.

Szmulewicz informó también de que los ritos religiosos tienen actualmente para la mayoría de los europeos una significación "más social que estrictamente religiosa". Así, la mayoría dice asistir a ceremonias religiosas "más por costumbre social que por su significado religioso" (media de acuerdo de 5,8 en una escala de 0 a 10), aunque predomina la intención de continuar celebrando ceremonias religiosas alrededor de "hitos vitales centrales" como el nacimiento, el matrimonio y el fallecimiento.

EUTANASIA Y ABORTO

Respecto a las prácticas sociales contemporáneas "objeto de controversia moral", el informe refleja una "clara aceptación" por vivir en pareja sin casarse (7,7 en escala de 0 a 10), el divorcio (7) o el ser padre o madre soltero (7,3).

Aunque predomina la aceptación, las valoraciones están más divididas en lo que se refiere a la eutanasia (6,3) y, especialmente, al aborto (5,2). La eutanasia es aceptada en todos los países menos en Turquía, Grecia, Polonia y Bulgaria.

Por su parte, el aborto se desaprueba claramente en Turquía, Grecia y Polonia, y divide las opiniones en España, Reino Unido, Portugal, Alemania, Italia y Suiza, aunque en todos estos países es más intensa la aceptación que el rechazo. Esta práctica es aceptada "claramente" en Dinamarca, Suecia, Bélgica, Francia y Bulgaria.

Entre las conclusiones del estudio destaca también que la identificación local y nacional "es más fuerte" que la identificación con Europa y que los ciudadanos "se sienten poco implicados en el proceso de construcción europea". No obstante, la mayoría de los ciudadanos (58%), salvo en Reino Unido, valoran positivamente la pertenencia a la Unión Europea.

Los encuestados mostraron también preferencia por la economía de mercado y una "fuerte aceptación" del modelo de Estado de bienestar y, "especialmente, de un amplio sistema de Seguridad Social, aunque esto suponga pagar impuestos altos". La necesidad de separar Estado y religión alcanza también un alto consenso entre los europeos.