Así lo defendió Gabilondo ante los periodistas después de presidir una reunión del Consejo de Universidades y otra de rectores y representantes de las comunidades autónomas, y antes de hacer lo propio en la Conferencia General de Política Universitaria.

En general, Gabilondo abogó por mejorar el sistema universitario español con reformas en el modelo de financiación, el estatuto del estudiante, el reglamento de sanciones, el doctorado, las tasas y las becas.

El titular de Educación indicó que el cambio de modelo universitario no llegará hasta 2013, debido a la actual coyuntura económica, con el principal objetivo de reducir el déficit, y culminará en 2020, en el marco de la estrategia europea que se aprobará el próximo mes de junio para fijar las principales políticas comunitarias en la próxima década.

Gabilondo unió tasas, becas y rendimiento escolar en su defensa de que "nadie se quede fuera" de la universidad por su situación social o económica.

En este sentido, descartó que el próximo curso haya una subida de tasas y defendió que hay que "incrementar claramente las becas no sólo en cantidad, sino en modalidad", de manera que sean como un "salario" que "permita hacer compatibles los estudios con el trabajo", para que "ningún talento en España se vaya a quedar fuera por razones sociales o económicas".

Sin embargo, también reclamó "rendimiento escolar" porque en España hay 1,5 millones de universitarios, pero el resto "está colaborando con sus esfuerzos" para que los estudiantes tengan ayudas públicas.

Por otro lado, Gabilondo señaló que habrá un nuevo Estatuto del Estudiante que garantizará su participación en la vida universitaria. "Necesitamos muchísimo a los estudiantes no sólo como destinatarios de la educación, sino también como agentes participativos del proceso. Junto con ellos podemos estudiar aspectos importantes que tienen que ver con la financiación", añadió.

Además, mostró su desaprobación con el actual reglamento de sanciones universitarias, que data de 1954. "Tiene un estilo, un talante y un concepto que está muy lejos de la idea que queremos que tenga la universidad. Queremos cambiarlo no para bien de los estudiantes, queremos cambiarlo con ellos", agregó.

Por último, Gabilondo apostó por una reforma del doctorado para que éste "no sólo tenga un carácter académico, sino que sea reconocido socialmente desde el punto de vista profesional y laboral", como en otros países de Europa.