Los autores del estudio señalan que "se estima que el 20 por ciento de las niñas y el 9 por ciento de los varones se ven involucrados en actividades sexuales inadecuadas para su desarrollo madurativo, con el fin de gratificar o estimular sexualmente al agresor".

A su juicio, "el abuso sexual en niños es un problema común y aunque su incidencia y prevalencia no se conocen con exactitud, el número de denuncias ha aumentado de forma constante durante los últimos años. Este aumento se cree debido no sólo al número real de casos, sino también al hecho de que los casos de abusos sexuales se notifican con mayor frecuencia".

Tras señalar que los abusos sexuales tienen la misma incidencia en todos los grupos étnicos, religiosos y clases socioeconómicas, los autores del trabajo afirman que "aproximadamente la mitad de los niño que sufren abusos tienen edades comprendidas entre los 8 y los 12 años, y entre el 30 al 46% han sido abusados en más de una ocasión".

El agresor no suele tener un perfil típico, "aunque la inmensa mayoría son varones, más del 90%, y de éstos se estima que entre el 50 y el 90% son mayores de 18 años".

Asimismo, en más del 90% de los casos el agresor en conocido de la víctima "y hasta un 65% son familiares de la misma (padres, padrastros, tíos, abuelos, primos y hermanos). Tan sólo entre un 20 y n 25% de los abusos se deben a individuos desconocidos. Es característico que el agresor primero se gane la confianza del niño, para luego seducirlo lentamente y finalmente forzarle al silencio".