En un comunicado, UGT indicó que “con el voto favorable a esta proposición, la mayoría del arco parlamentario ha llevado la voz de la comunidad educativa al Congreso”, así que “el Gobierno debe tomar nota y empezar a modificar sus políticas educativas”.

Además, señaló que el nuevo decreto para dejar sin efecto académico las evaluaciones de ESO y Bachillerato “está a expensas de los acuerdos que se puedan alcanzar en la próxima reunión de la Conferencia Sectorial”, así que los responsables educativos deben acertar en sus decisiones para acabar con las incertidumbres que están generando las “reválidas”.

También rechazó que “se supediten los efectos académicos de las reválidas a un posible Pacto de la Educación”, pues “si realmente hay una intención de llegar a un acuerdo, el Gobierno debe empezar la negociación con los agentes sociales convocando una mesa sectorial en la que se aborde la situación que vive la educación y sus profesionales y se adopten medidas que contrarresten los efectos que está generando la Lomce en todas las etapas educativas”.

En su opinión, “la educación no necesita parches”, sino “soluciones que la sitúen como prioridad en la acción de gobierno y recuperar la financiación suficiente para revertir los recortes educativos generados en los últimos años”.