En declaraciones a Servimedia, tanto el presidente de Aedave, José Manuel Maciñeiras, como el de Feaav, Rafael Gallego Nadal, argumentaron dicha demanda en el hecho de que no todos los empresarios turísticos se vieron afectados negativamente por esa incidencia extraordinaria y que incluso hubo sectores turísticos que se vieron beneficiados.

Para Gallego, los principales afectados por lo ocurrido fueron las aerolíneas y las agencias de viajes y turoperadores, que “son los que tuvieron que mantener y alojar a los que se quedaron atrapados”.

Además, recordó que el caos afectó especialmente a las Canarias, que estaban en el fin de la temporada alta y donde entre el 85 y el 90% de los turistas llegan con paquetes contratados en agencias.

Por el contrario, indicó que otros, como algunos hoteles, empresas de alquiler de coches y los medios de transporte alternativos (tren y autocar) no se han visto tan perjudicados, llegando incluso a beneficiarse de lo ocurrido en algunos casos.

En la misma línea, Maciñeiras afirmó que el volcán “provocó una paralización importante” y estimó que en el caso de las agencias las pérdidas se sitúan en unos 18,5 millones de euros.

También pidió que a la hora de fijar ayudas “se tenga muy en cuenta quiénes son los perjudicados de verdad y no se haga por el criterio de café para todos”.

En cuanto a las ayudas, consideró conveniente que se aprueben moratorias y subvenciones fiscales, así como que se busquen soluciones para la falta de liquidez que afecta a las empresas turísticas.

Por otro lado, Gallego destacó que la imagen turística de España “sale fortalecida” tras esta situación. “Hemos conseguido que la sensación de los turistas sea que este es un país con condiciones para atender todas las demandas”, agregó el máximo responsable de Feaav, quien afirmó que “tanto las administraciones públicas como los empresarios han asumido su responsabilidad”.

A su juicio, fue clave que los turistas no fueran llevados a los aeropuertos hasta que no había constancia clara de que los aviones podían despegar, con lo que se evitaron aglomeraciones e imágenes como las de gente durmiendo en las terminales.