“Es fundamental que la Comunidad inste al Gobierno a crear una ley integral, que sería una oportunidad para garantizar y establecer medidas de prevención, protección, persecución y lucha contra la trata”, indicó.

Mora, que compareció en la Cámara regional para valorar la Estrategia Madrileña contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual 2016-2021, aprobada recientemente por el Consejo de Gobierno, dijo que “la esclavitud sigue viviendo a nuestro lado, en nuestras calles, en nuestros polígonos industriales y en nuestros pisos particulares”.

“Son muchos los avances que se han hecho, pero para garantizar los derechos (de las víctimas) necesitamos dar un paso más y apostar por una ley integral que incluya un consenso de todos los partidos”, consideró Mora, quien pidió que “sea en un breve periodo de tiempo”.

Se refirió a la necesidad de “garantizar los derechos fundamentales de estas mujeres y niñas” y aseguró que una “ley integral es la mejor manera de asegurar que hay una correcta y efectiva coordinación entre todos los organizamos involucrados a nivel nacional y territorial”.

A su juicio, “la trata de seres humanos es un fenómeno complejo y global que exige una coordinación sobre las diferentes materias que afectan a dicho fenómeno”.

También se refirió a la movilidad de estas mujeres y dijo que la Comunidad de Madrid “se está convirtiendo en piso patera”, porque “todas mujeres llegan a Madrid y luego son distribuidas a nivel nacional”.

Afirmó que Apramp realiza un “trabajo proactivo de detección” de la trata y dijo que todas las personas que pasan por sus centros tienen “acompañamiento especializado”. Esta entidad cuenta con un teléfono que funciona 24 horas al día y unidades móviles.

Informó de que en 2016 “hemos atendido a 264 personas en la unidad de rescate, de las que 148 son explotadas sexualmente y 71 identificadas como víctimas de trata”.

Además, manifestó, en el centro que tienen en Madrid han atendido a 156 personas que ha recibido atención integral. De ellas, 91 son explotadas sexualmente, 37 víctimas de trata y 28 en exclusión.

“91 de las atendidas han necesitado un recurso de protección y alojamiento, tres de ellas menores de 14 a 17 años”, afirmó Mora, quien añadió que todas estas mujeres son de 39 nacionalidades diferentes, mayoritariamente de Rumanía, Paraguay, Nigeria y Brasil.

Tras manifestar que su asociación atiende sobre todo a víctimas de trata con fines de explotación sexual, indicó que hay que prestar también atención a la trata con fines de explotación laboral.

Asimismo, mostró su preocupación por las menores y dijo que, según un estudio propio, el 62% de las 987 atendidas en 2016 comenzó a ejercer esta actividad siendo menor de edad.