El SUP avisa de que la reforma del Código Penal no va a tener "ningún efecto práctico en la vida real"

MADRID
SERVIMEDIA

El portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, no espera "ningún efecto práctico" de la reforma del Código Penal abordada el pasado miércoles por la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, pues el fiscal general del Estado ya desaconsejó la prisión para los robos sin agresión, debido a la saturación de las cárceles, y tampoco hay agentes suficientes para auspiciar la nueva "libertad vigilada".

Benito precisó a Servimedia que, aunque las medidas incluidas en el proyecto de ley son positivas, "la realidad de la justicia es otra", y a este respecto recordó la circular del fiscal general del Estado a los fiscales para que, en los casos de robos y hurtos sin agresión física, no pidieran la prisión provisional para los detenidos. Por tanto, pronosticó que el encarcelamiento de fin de semana para los detenidos por hurtos reiterados "no va a tener ninguna efectividad".

Además, observó que esta medida supone "empezar la casa por el tejado". Recordando que delincuentes como "el Rafita" aún están en libertad, se preguntó: "¿Vamos a meter en la cárcel a alguien que entre en un comercio y se lleve unos calzoncillos sólo porque lo haya hecho cuatro veces? ¿Y por qué aplicar esta medida a las faltas de hurto y no de lesiones, que son más alarmantes y afectan a las personas?".

El portavoz del SUP no espera que la Fiscalía enmiende sus instrucciones, pero en cualquier caso afirmó que la masificación de las prisiones "no es un problema de la policía ni de la justicia". Y puntualizó: "Si el Gobierno tiene que hacer más cárceles, pues que las haga. Las leyes están para cumplirlas, y si alguien ha cometido algún delito de esas características y tiene que ir a la cárcel, pues tendrá que ir a la cárcel".

Por todo ello, Benito avisó de que estas medidas están "muy bien sobre el papel" y "son muy populistas, pero luego no surten un efecto práctico en la vida real".

Y otro tanto ocurre con la nueva pena de libertad vigilada. "¿Quién va vigilar esa libertad?", se preguntó. "No pretenderán que la policía sea responsable de vigilar la libertad de los menores. Tendríamos que ser 140.000 ó 200.000 agentes, en vez de 70.000. Son medidas que están muy bien sobre el papel, que generan cierta confianza cuando se aprueban, pero, cuando dentro de unos años veamos su traslación práctica, veremos que no tienen ninguna efectividad", concluyó.

(SERVIMEDIA)
25 Abr 2010
KRT/krt/caa