El primero en asumir el cargo fue Rafael Catalá como ministro de Justicia, que a continuación actuó como notario mayor del Reino en el acto de acatamiento de todos sus demás compañeros.

Después fue el turno de Soraya Sáenz de Santamaría como vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia y Administraciones Territoriales, que con voz ronca escogió la fórmula de "prometo".

Lo mismo hizo María Dolores de Cospedal como ministra de Defensa, que estaba visiblemente emocionada. La mano le temblaba cuando la posó sobre la Constitución, abierta por el artículo 99, que especifica las funciones del Gobierno.

Todos los demás ministros prefieron la fórmula del "juro" para asumir el cargo. Así fue, en este orden, con Alfonso Dastis como ministro de Exteriores y Cooperación, Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda y Función Pública, Juan Ignacio Zoido como ministro del Interior, Íñigo de la Serna como ministro de Fomento, Íñigo Méndez de Vigo como ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Fátima Báñez como ministra de Empleo y Seguridad Social, Álvaro Nadal como ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Isabel García Tejerina como ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Luis de Guindos como ministro de Economía, Industria y Competitividad y Dolors Monserrat como ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Los ministros veteranos arroparon a los novatos. Así, se pudo ver a Guindos hablando con la nueva titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Monserrat, que fue la última en jurar su cargo ante el Monarca y a quien le tembló la voz.

Montoro también hizo lo propio con Juan Ignacio Zoido, exalcalde de Sevilla y ahora máximo responsable de Interior, con quien el Rey bromeó a la hora de hacer la foto de grupo. Felipe VI le aconsejó que no se pusiera detrás de él porque iba a taparle. Zoido hizo caso al Monarca y se desplazó un poco hacia la derecha para salir mejor.

Durante la jura o promesa de los cargos Rajoy estuvo impertérrito, sin ninguna mirada de complicidad hacia ninguno de sus ministros, mientras que la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, sonrió y cruzó miradas afectuosas con las mujeres ministras, sobre todo con Cospedal y Báñez.

Tras la jura y el posado de rigor, el Rey felicitó uno a uno a los miembros del nuevo gabinete y luego departió unos 10 minutos con los ministros, porque se marchaban corriendo al Palacio de la Moncloa para celebrar su primer Consejo de Ministros.