Según informó la agencia este jueves, en cinco de los casos el posible riesgo fue comunicado y corregido por el fabricante, y los restantes fueron retirados del mercado.

Del total de los productos localizados que pueden ser peligrosos para los consumidores, 20 fueron detectados en frontera y se rechazó su importación, mientras que otros 28 fueron retirados del mercado y prohibida su comercialización.

En los cinco restantes, fue el propio fabricante quien, como obliga la normativa, comunicó a las autoridades de consumo la existencia de posibles riesgos en sus productos y adoptó las medidas necesarias para paliarlos.

Respecto a la procedencia de los productos notificados, la gran mayoría (36) fueron originarios de China, cinco eran de procedencia no conocida y cuatro de España.