Asimismo, subrayó que ni siquiera se le ha pasado “por la imaginación” la posibilidad de disolver las Cortes antes de finalizar su mandato, pese a ser “perfectamente consciente” de las “dificultades” que entraña el hecho de gobernar en minoría.

Rajoy se pronunció en estos términos en una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa poco antes de las 17.00 horas, tras despachar con el jefe del Estado en La Zarzuela dentro de la ronda de consultas que del Monarca con los representantes de los partidos políticos con representación parlamentaria.

“Ni se me pasa por la imaginación en estos momentos plantearme una disolución de las Cortes. Por tanto, mi voluntad y lo que voy a intentar es que la legislatura dure cuatro años”, afirmó Rajoy en respuesta a si estaría dispuesto a convocar nuevas elecciones si una vez que consiga revalidar su título de presidente se encuentra con que la oposición sólo le pone trabas.

Según confirmó, su estrategia una vez sea investido será “incidir en los temas que unen” a los partidos constitucionalistas y “aparcar los temas que separan o hacer el doble de esfuerzo para que dejen de separar”. “Podemos ponernos de acuerdo en algunas cosas y en las que no nos pongamos de acuerdo, hay que dejarlas aparcadas o volver a hacer un esfuerzo”, sintetizó.

“GOBIERNO CAPAZ Y ESTABLE”

“España necesita un Gobierno cuanto antes y yo estoy obligado a hacer todo lo que esté en mi mano para que eso sea una realidad”, declaró Rajoy, para seguidamente garantizar que si logra ser investido trabajará “desde el primer día para que el Gobierno sea capaz, estable y duradero”, pese a ser consciente de que esto es algo que sólo será posible “con diálogos y acuerdos”.

Rajoy aceptó el encargo del Rey, según explicó, porque así actúa de forma “coherente” con la actitud que ha defendido a lo largo “de todo este infructuoso periodo de interinidad política”. “Soy plenamente consciente de las dificultades que entraña el hecho de gobernar en minoría”, admitió, al tiempo que celebró que se haya producido un “acuerdo clarísimo y rotundo” para evitar repetir elecciones por tercera vez.

El líder del PP agradeció que el PSOE determinase el domingo en su Comité Federal que se abstendrá en la segunda votación de la investidura porque con este gesto posibilitará “desbloquear” la situación política, aunque no quiso entrar a valorar los “pormenores” de esta decisión. “Me parece una decisión razonable y responsable”, apostilló.

GANARSE LOS APOYOS

Rajoy recordó que no existe un “acuerdo” entre el PP y el PSOE, tan sólo “una decisión que ha adoptado el PSOE de abstenerse y favorecer que España tenga un Gobierno”. “Lógicamente tengo la obligación de intentar gobernar y, por tanto, necesitaré el mayor número de apoyos posibles y tendré que ganármelos”, asumió el candidato propuesto por el Rey para la investidura.

Sobre la resolución aprobada por los socialistas en el Comité Federal por 139 votos a favor y 96 en contra, Rajoy explicó que “efectivamente” la ha leído y ha constatado que “hay muchas cosas positivas y razonables” y otras en las que “lógicamente las discrepancias son mayores”. En cualquier caso, se mostró a favor de hablar con el PSOE de las pensiones, de la educación o de la financiación autonómica, entre otras cuestiones.

“Se puede hablar de eso y de muchas otras cosas”, dijo, para a renglón seguido incidir en que “lo importante es tener voluntad de llegar a acuerdos”. “Creo que las discrepancias en lo sustancial no son tan grandes. En lo sustancial ya coincidimos antes de hablar”, recalcó y subrayó que tanto el PP como el PSOE comparten su posicionamiento con respecto a la soberanía nacional, la unidad te España y el principio de igualdad. “A partir de ahí, podemos hablar de lo que quieran hablar los grupos”, apostilló.

“RESPONSABILIDAD” COMPARTIDA

Celebró que el “entendimiento” entre las fuerzas constitucionalistas “se pueda abrir paso”, aunque sea de “forma limitada”. “Espero y confío en que los días que le quedan a esta semana nos permitan a todos poner abrir un nuevo periodo basado no en los maximalismos, sino en el diálogo, el entendimiento y la cooperación”, expresó y seguidamente agregó que “responsabilidad y compromiso” son las palabras que tendrán que conjugar “todos”.

En respuesta a si ha tratado en su reunión con el Rey la posibilidad de reformar la Constitución española, señaló que el Monarca no le ha dicho “una sola palabra” sobre esta cuestión. “Que se abre una etapa en la que va a haber que hablar y dialogar mucho es evidente, es algo que diré en mi discurso de investidura. A partir de ahí ya veremos qué hay que reformar y hacer”.

“Cualquier planteamiento que yo haga sobre temas sustanciales, antes tendré que hablarlo con aquellos grupos a los que tenga que pedir su apoyo. No voy a hacer planteamientos para que no salgan”, insistió Rajoy preguntado por si estaría dispuesto a dar un paso al frente y asumir una reforma de la Carta Magna. En cuanto a las reformas consensuadas con Ciudadanos, apuntó que “lo sensato y razonable” es ponerse de acuerdo con este partido para establecer el calendario para su puesta en marcha.