Según informó el Gobierno regional, el retablo está dedicado a San Ildefonso y es el más importante por calidad y envergadura de los siete retablos barrocos que alberga el templo. La obra, realizada en 1739 por el maestro toledano Manuel Mesa, fue policromada y dorada en 1767.

Los trabajos impulsados por la Comunidad han consistido en la eliminación de repintes, el sentado de la policromía, el sellado de grietas, la reintegración volumétrica y cromática y la protección final. También se han restaurado la mazonería del retablo y los relieves y esculturas que contiene, como pudo comprobar este sábado el consejero de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, durante una visita que ha realizado a las Trinitarias Descalzas.

Garrido recordó que, en los últimos 10 años, la Comunidad ha destinado más de 476.000 euros a distintas intervenciones en la iglesia de este monasterio de las Trinitarias Descalzas, declarada Monumento Nacional en 1921. A través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, en la última década se han restaurado dos esculturas, dos lienzos y las cubiertas y el torreón del convento.

La visita continuó por la Casa Museo Lope de Vega, donde algunos de los muebles y cuadros que se exhiben proceden, precisamente, del Monasterio de las Trinitarias, donde vivió una hija de Lope de Vega, sor Marcela de San Félix.

El museo recrea la casa en la que vivió el escritor del Siglo de Oro en sus últimos 25 años. El inmueble, del siglo XVII y que fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1935, alberga un significativo patrimonio bibliográfico depositado por la Real Academia Española y la Biblioteca Nacional, así como cuadros procedentes del Museo del Prado, entre otras obras.