Esa fue la explicación que Girauta dio en los pasillos del Congreso de los Diputados al hecho de que después de la negociación no fuera posible aprobar una declaración institucional de apoyo a las víctimas y en la que se pedía esa disolución.

Al cumplirse esos cinco años, dijo, era "un buen día" para una declaración que habría supuesto "un hito histórico" en caso de haber sido respaldada por todos los diputados del Congreso. "Lamentablemente, no ha sido posible".

Con "absluta seguridad" Girauta explicó que EH Bildu no quiso suscribir la parte del texto en la que se pedía la disolución de ETA, de lo cual hay que extraer "alguna conclusión". Son "los herederos del brazo político" de la banda terrorista, denunció, quienes cinco años después de aquel comunicado "no son capaces de poner por escrito" que es deseable esa disolución.

Preguntado por las reservas expresadas también por el PP, Girauta se mostró convencido de que habría sido posible el acercamiento y el acuerdo final con ese partido, pero las negociaciones finalizaron al constatar la negativa de EH Bildu y por tanto la imposibilidad de la unanimidad necesaria para aprobar el texto como declaración institucional.