Fuentes del Tribunal Supremo confirmaron que el instructor de la causa, el magistrado Manuel Marchena, ha dictado este miércoles una providencia con la que cita a declarar a Botín para el 12 de mayo a las 10.30 horas, en el marco de la causa abierta para determinar si Garzón incurrió en delitos de cohecho y prevaricación por no abstenerse en una causa contra el Banco Santander a pesar de que la Universidad de Nueva York recibió un patrocinio de esta entidad bancaria para los cursos que impartió Garzón.

Además de Botín, Marchena ha citado a declarar, también como testigos, a los responsables de la delegación del Banco Santander en Nueva York, Gonzalo de las Heras y Rodolfo Izaca, quienes deberán comparecer en el Tribunal Supremo el próximo 6 de mayo por la mañana.

El presidente del Banco Santander deberá explicar el sentido de las cartas en las que supuestamente Garzón le pidió, y posteriormente le agradeció la financiación de los cursos de Nueva York; unas misivas en las que el magistrado utilizaba términos como "querido Emilio" o "te mando un gran abrazo".

Durante su declaración como imputado, que tuvo lugar el 15 de abril, Garzón fue preguntado sobre estas expresiones de afecto que dedicaba en las cartas a Botín. El juez de la Audiencia Nacional indicó que es “una forma habitual” que tiene de expresarse aunque reconoció que no sabe si es “acertada o desacertada”.

Para avalar estas afirmaciones, Garzón entregó al magistrado del Supremo copias de algunas cartas que envió a personas como Rodrigo Rato, José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Ángel Moratinos, Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre o Alberto Ruiz-Gallardón para invitarles a los cursos de Nueva York. Todas las misivas comienzan con un “querido” y acaban con la expresión “un abrazo”.

De forma complementaria, dijo que no tener ninguna relación personal con el presidente del Banco Santander, aunque reconoció haber coincidido con él en alguna ocasión.

INCOMPARECENCIA DE DOS TESTIGOS

La jornada de este miércoles en el Tribunal Supremo estuvo marcada por la incomparecencia de dos testigos que habían sido citados por Marchena para declarar en la causa abierta contra Garzón por las subvenciones del Santander. En concreto, no acudieron a su cita con el Alto Tribunal James D. Fernández, director del Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York -entidad en la que el magistrado impartió sus cursos-, y la subdirectora, Laura Turégano.

Fuentes jurídicas explicaron que Fernández y Turégano no comparecieron ante el Tribunal Supremo porque no tuvieron conocimiento oficial de su citación ya que la misma no fue enviada a Nueva York, donde ambos residen, si no a la oficina que el Centro Rey Juan Carlos de la Universidad de Nueva York tiene en Madrid. Las mismas fuentes señalaron que Marchena va a dictar una comisión rogatoria a Nueva York para que se vuelva a citar a los dos testigos o para poder tomarles declaración por videoconferencia.

La que si declaró como testigo fue María del Mar Bernabé, una funcionaria judicial que trabajó como asistente en los cursos que dirigió Garzón en Nueva York. Bernabé negó ante Marchena haber trabajado como asistente del juez de la Audiencia Nacional durante su estancia en Estados Unidos.

En este sentido, aseguró que fue la propia Universidad de Nueva York quien contactó con ella y quien la contrató por su currículum profesional. La testigo añadió que ella misma se pagó los gastos de viaje y de estancia.

PAPELES DE NUEVA YORK

En marzo pasado, la Universidad de Nueva York remitió al Tribunal Supremo unos escritos asegurando que el magistrado no recibió a título personal dinero del Banco de Santander para los cursos que impartió durante su estancia en Estados Unidos.

En concreto, la Universidad de Nueva York remitió un certificado fechado el pasado 15 de febrero en el que se acredita que no fue Garzón si no el Centro Rey Juan Carlos I de dicha institución quien "pidió y recibió financiación del Banco Santander para planificar, organizar y documentar dos importantes series de coloquios"

El certificado de la universidad norteamericana asegura que Garzón "no pidió dinero alguno, si no que fue el Centro Rey Juan Carlos I el que lo hizo", con independencia de que el magistrado "sí que mantuviera contactos con los patrocinadores en el contexto de la preparación de aquellos coloquios así como, ciertamente, agradecer su patrocinio".