Aram Shakaram, director adjunto de Save the Children en Iraq, explicó que “a menos que se establezcan rutas seguras para escapar de los combates, muchas familias no tendrán más remedio que quedarse y correrán el riesgo de morir por fuego cruzado o por los bombardeos”.

“Estas familias se quedarán atrapadas fuera del alcance de la ayuda humanitaria y con apenas comida y asistencia médica”, aseveró a través de un comunicado difundido este lunes por la organización.

Save the Children concreta que aquellos que traten de huir “se verán obligados a desplazarse por una ciudad llena de armas trampa, francotiradores y minas ocultas. Si no hay una acción inmediata que asegure que la gente pueda huir con seguridad, el derramamiento de sangre de civiles aumentará de forma masiva”.

Las familias que se encuentran en el interior de Mosul, que también pueden ser utilizadas como escudos humanos por los combatientes, según la ONG, cuentan que no pueden comprar alimentos, agua y suministros médicos básicos.

Ante este panorama, Save the Children exige que se establezcan “inmediatamente” vías seguras para huir de la ciudad y que estén limpias de explosivos. Aunque las personas consigan huir, prosigue el comunicado, después se enfrentarán a una situación incierta.

De momento, los campos están preparados para recibir a unas 60.000 personas, una pequeña proporción del millón de personas que se estima que podría huir de la ciudad de Mosul. El llamamiento de emergencia de las Naciones Unidas sólo ha conseguido la mitad de su financiación y los campos podrían desbordarse en cuestión de días.